Tolerancia frente a Fallos

El término "Tolerancia Frente a Fallos", o Fault Tolerance en inglés, tiene su origen en el procesamiento de datos y describe la posibilidad de que un sistema siga funcionando de forma continua incluso en caso de entrada incorrecta o fallo. En cuanto a la usabilidad, la tolerancia a fallos significa que el usuario puede alcanzar su objetivo corrigiendo entradas o funciones incorrectas con el mínimo esfuerzo. La tolerancia a fallos también forma parte de la norma EN ISO 9241, que especifica criterios para el diseño ergonómico de las interfaces de usuario.

Antecedentes

Los programas de software y las webs nunca están libres de errores, incluso cuando están preparados y diseñados de forma óptima, e incluso después de las pruebas de usabilidad. Los usuarios también pueden cometer errores por sí mismos a través de su propia selección. Para asegurar que los programas y sitios web continúen funcionando y no se bloqueen debido a un error del usuario, se deben instalar funciones adicionales que ofrezcan una cierta tolerancia a fallos.

DIN ISO 9241

La tolerancia a fallos de las interfaces de usuario se define en el quinto párrafo de la norma EN ISO 9241:

"Un cuadro de diálogo es tolerante a errores si el resultado del trabajo previsto puede lograrse con un esfuerzo de corrección mínimo o nulo por parte del usuario a pesar de los errores de entrada reconocibles. (Fuente: Ergo-online)"

En este contexto, los formularios web, por ejemplo, deben comprobarse siempre para comprobar la plausibilidad o integridad de las entradas. Del mismo modo, los mensajes de error no deben formularse en términos técnicos, sino en una forma generalmente comprensible, de modo que el usuario pueda rastrear el error y evitarlo con poco esfuerzo cuando vuelva a intentarlo.

Elementos de tolerancia a fallos

La tolerancia a fallos puede ser necesaria tanto para el hardware como para el software. Con el hardware, normalmente se instala una secuencia paralela que puede detectar errores. Un tercer componente lo arregla.

Hay varias áreas de software que pueden ser corregidas por la tolerancia frente a errores:

  • Errores de diseño.
  • Error en los datos.
  • Error en la secuencia cronológica.

En lo que respecta a la usabilidad, lo decisivo es sobre todo la tolerancia a fallos de las interfaces de usuario, como las páginas web. Los siguientes elementos pueden aumentar la tolerancia frente a errores:

  • Información sobre posibles entradas erróneas.
  • Explicación de los errores para que el usuario pueda corregirlos.
  • Visualizar dónde se ha producido el error.
  • Corrección automatizada con sugerencias.
  • Preguntar para verificar la entrada del usuario.
  • En cierto modo, una página de error 404 también contribuye a la tolerancia a fallos. El servidor informa al usuario de que la página solicitada no está disponible.