¿Cuándo fue la última vez que leíste un texto en línea y después de unas pocas líneas no pudiste seguir el hilo del contenido? ¿No sentiste el impulso de abandonar la página de inmediato? Es probable que hayas sido víctima de la falta de legibilidad. Hoy te mostraremos cómo se relacionan la legibilidad y el SEO y qué puedes hacer para hacerte entender mejor.
El concepto de „legibilidad“ tiene dos significados que muchas veces se confunden. Por un lado, puede referirse a la selección de la tipografía, así como el espaciado entre palabras y líneas. Por otro lado, puede estar relacionado principalmente con la comprensión de los textos. La facilidad con la que se puede entender un texto depende de la complejidad de las oraciones y del vocabulario seleccionado, pero el diseño estructural de los textos también influye en la legibilidad.
Por supuesto, la educación previa de los lectores juega un papel importante en la legibilidad del contenido. Un lector formado, con un nivel educativo alto o con el hábito de comprender estructuras con oraciones complejas, tendrá un mayor nivel de comprensión de un texto de Goethe, mientras que un estudiante de primaria difícilmente entenderá algo de estas oraciones, a pesar de conocer los caracteres y el idioma usado para escribir el texto.
Entonces, se puede afirmar que la legibilidad, por un lado, se basa en el diseño del contenido en sí y, por otro, depende de las habilidades del lector. Pero ¿cómo se relaciona esto con el SEO?
Los usuarios de Internet son más impacientes. De por sí, le dan poco tiempo a un sitio web para cargar hasta que vuelven a salir sin haber leído un párrafo. Pero incluso si la página carga rápido, al leer en línea queremos saber enseguida de qué trata. Queremos captar rápidamente el significado de un texto, un párrafo o una oración. Por supuesto, el medio utilizado juega un papel importante.
Por ejemplo, imagina que estás sentado frente al ordenador en casa y usas una pantalla grande, tienes tiempo porque ya has terminado la jornada y buscas información sobre tu próximo destino de vacaciones. En este escenario, tendrás mucha más paciencia que si estuvieras de camino al trabajo en el metro y sacaras el teléfono móvil para distraerte y ver información rápida sobre tus próximas vacaciones.
En principio, los usuarios de Internet en dispositivos móviles son aún más impacientes que aquellos que navegan en ordenadores.
Ya que cuando estamos en línea perdemos rápidamente la paciencia, la poca legibilidad de los textos web amenaza con generar una alta tasa de rebote y poco tiempo de permanencia en la página. Esto, a su vez, es una señal negativa para Google y otros motores de búsqueda. Según la interpretación del motor de búsqueda, el usuario de la página no encontró lo que estaba buscando y, por lo tanto, ante la duda, asume que el contenido de la URL no es lo suficientemente bueno, así que la página tendrá una desventaja cuando se clasifique para un término de búsqueda en particular.
Como ya habrás notado, en principio, la legibilidad de un texto es una impresión subjetiva. Sin embargo, esta impresión subjetiva depende de qué señales envíen los usuarios a Google y compañía. Por lo tanto, es importante para ti como SEO y redactor poder medir de la forma más objetiva posible qué tan „legible“ es tu texto.
Para la medición objetiva de la legibilidad existen diferentes enfoques. A continuación te presentamos brevemente uno muy conocido:
Rudolf Flesch desarrolló el Índice de facilidad de lectura de Flesch en la década de 1940, en la Universidad de Columbia en los Estados Unidos. El objetivo de este índice era determinar la legibilidad de un texto mediante una fórmula. Hasta la fecha, el Índice de facilidad de lectura de Flesch se utiliza como procedimiento estándar.
El indicador se basa en dos métricas: la longitud media de la oración (ASL, por sus siglas en inglés) y el número medio de sílabas por palabra (ASW, por sus siglas en inglés).
La idea detrás de estas métricas es que cuanto más largas son las oraciones de un texto y las palabras utilizadas, más difícil de leer es.
En un primer momento, el FRE se aplicó solo al inglés, pero los expertos han optimizado la fórmula para otros idiomas. Esta modificación era necesaria, puesto que cada idioma usa oraciones y longitudes de palabras propias.
Para el alemán, por ejemplo, la fórmula para determinar el Índice de facilidad de lectura de Flesch es: 180 – ASL – 58,5 × ASW
Esta fórmula da como resultado un número del 0 a 100, donde un FRE de 100 corresponde a una legibilidad muy alta, a nivel de escolares, y un FRE de 0 a 30 corresponde a textos difíciles de leer, con un nivel muy alto y dirigidos a académicos.
Además del Índice de facilidad de lectura de Flesch, existen otros enfoques para determinar la legibilidad de los textos. Con el nivel de grado de Flesch-Kincaid, el índice de Flesch se ha desarrollado aún más para que la nueva fórmula determine cuántos años de educación se necesitan para leer y comprender un texto. Esta métrica se aplica principalmente al inglés, pero la Fórmula vienesa para textos técnicos (WSTF, por sus siglas en alemán) es la contraparte para el habla alemana.
Hasta ahora no se ha confirmado o desmentido oficialmente si los motores de búsqueda como Google trabajan con estas métricas o una fórmula concreta para determinar la legibilidad. Sin embargo, se sabe que Google tiene desde 2009 una patente con el nombre de „Gibberish Scores“, que permite reconocer textos con poco contenido de información.
Algunas herramientas de SEO, como el plugin Yoast SEO para WordPress, usan el Índice de facilidad de lectura de Flesch para ayudar a los redactores y SEO a escribir textos de fácil lectura.
Ya sabes por qué la legibilidad es importante para el SEO. Ahora te mostraremos lo que realmente puedes hacer para escribir textos en línea fáciles de entender.
Un ejemplo: „La hermosa camiseta suele estar disponible en azul y es especialmente eficiente para absorber el sudor“.
Si eliminamos formulaciones innecesarias y ambiguas, resultan dos oraciones cortas y precisas que concretan los hechos:
„Esta camiseta también está disponible en azul. Su tejido absorbe muy bien el sudor“.
¿Has notado la diferencia? En la segunda parte, la información del producto se ha dividido en dos y, al mismo tiempo, se han hecho formulaciones más claras que le facilitan la comprensión al cerebro.
Por lo tanto, divide siempre los textos web en párrafos con sentido. Puedes formular un nuevo párrafo para cada tema. Además, utiliza subtítulos que anuncien o señalen el tema del siguiente párrafo.
A pesar de todo, desde el punto de vista del SEO, la estructuración de textos es importante. Por lo tanto, debes asignar una etiqueta de encabezado h1 por URL y etiquetas h2 y h3 para los otros subtítulos. Aquí te mostramos cómo asignar las etiquetas h de forma pertinente.
La legibilidad no se puede medir por índices, porque depende no solo de la estructura y la longitud de las oraciones, sino también de las palabras que se emplean.
Supongamos que escribes un texto sobre un tema específico. Has hecho una investigación exhaustiva y conoces bien la terminología correspondiente, pero ¿qué pasa con el público objetivo? ¿También conocen los términos? Lo mismo pasa con las palabras extranjeras. ¿Los lectores conocen esos términos o tienen que buscarlos?
Por ello existe la necesidad adicional de aumentar la legibilidad de los textos web: debes adaptar tus textos al público objetivo. Después de todo, estas personas „deben“ leer lo que has escrito y recuerda que si los usuarios no pueden entender rápidamente un texto, es más probable que salgan de la página.
Por lo tanto, para optimizar la legibilidad para el SEO y los usuarios, realiza una investigación detallada de las palabras clave antes de empezar a escribir. Con la selección de la terminología ya se toma una decisión importante para que las palabras y oraciones también se entiendan.
En el siguiente paso, está la optimización de la legibilidad de los textos. La palabra clave es „Contenido multimedia“, puesto que las imágenes, videos o gráficos pueden explicar un hecho o un tema mucho más rápido que muchas, muchas palabras.
Aquí te hemos explicado cómo puedes crear el contenido perfecto.
Cualquiera que lleve algunos años activo en la escena del SEO sabe de los tiempos en los que los resúmenes de los textos se escribían de la siguiente forma: „Necesitamos un texto sobre el tema ‘comprar teléfono móvil barato’. El texto debe tener 300 palabras y contener 10 veces la palabra clave“. Ahora saquemos una cuenta rápida. Para esto, multipliquemos la combinación de palabras clave dada por 10 y eso nos da 30 palabras. Cada décima palabra que se usa en dicho texto pertenece a la palabra clave principal. Además, dado que el requisito del uso de la palabras clave no corresponde al orden de palabras habitual en una oración, si se incluye de forma exacta dicha combinación de palabras clave dará como resultado oraciones irregulares y afectará negativamente a la legibilidad. Si esta combinación se repite cada diez palabras, ninguna persona podrá extraerle algún sentido al texto.
Esto explica cómo la legibilidad y el relleno de palabras clave se relacionan negativamente. Lo que a su vez deja en claro por qué la legibilidad es importante para el SEO.
Como ya has visto o leído, la legibilidad y el SEO no son excluyentes, sino que van de la mano. La lógica detrás de esto es simple: escribe textos para los usuarios y no para los motores de búsqueda. Y si no deseas asustar a tu grupo objetivo con monstruosidades de oraciones y palabras, escribe con valor añadido sobre los temas de los usuarios de forma que todos lo entiendan. No se trata del valor literario, sino de una necesidad básica de comunicación humana y, por lo tanto, también del marketing: el mensaje debe llegar.
En este sentido: sé breve y sencillo.
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Escrito el 13.11.2019 por Pauline.
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